Este es el proceso que siguió Celia hasta conseguir su autorretrato. Desde luego no fue un camino de rosas ¡pero lo luchó hasta el final!
Lo primero que Celia hizo fue...¡¡¡comprarse el lienzo más enorme que nunca ha habido en el coleeee!. Lo cual no facilitó los comienzos.
Lo que también hizo, lo cual los facilitó enormemente (por aquello de compensar) fue hacer 1500 millones de bocetos, recortes, fotocopias...
De lo primero que se preocupó fue del encaje general, y por supuesto ¡de los fondos!
Como en toda obra que se precie... hubo cambios en el planeamiento...
Los cambios y las capas de pintura suelen ayudar mucho a la obra, y a aprender con ellos.
Obviamente al empezar a aplicar color, perdemos el encaje. Asusta un poco al principio... pero luego descubrís que lo que había dibujado tampoco era para tanto ¡y que lo bueno estaba por llegar!
Todo lo que habías ido aprendiendo durante los primeros pasos, sale ahora a flote y se agradece.
A veces hay retrocesos... como veis en el paso superior... la postura era muy difícil, y costó centrar la cara y ajustar el tamaño del cráneo, más grande de lo normal al estar inclinada la cabeza hacia abajo. Además, Celia es muy morenita de piel, y fue difícil llegar al tono deseado. Estos momentos en los que crees que tu cuadro está peor que en ningún paso, son duros, pero si logras avanzar...
Unos ligeros retoques... y...
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