¡Vamos a modelar un volumen con arcilla de la forma más sencilla y divertida!.
Lo primero que vamos a hacer es localizar un cacharro que tenga una boca ancha, de forma que podamos una vez que lo rellenemos, desmoldarlo. El tamaño y forma, quedan a nuestra entera elección. Yo escogí este:
A continuación, vamos a ir colocando tiras de papel higiénico por dentro. Esto lo hacemos para que el barro no se nos pegue:
En este paso, podríamos decidir cómo vamos a rellenar nuestra maceta en función de cómo queremos que se vean los pliegues de barro. Yo me decanté por ir colocando un churro alrededor de las paredes en espiral ascendente. Pero podríamos cubrirlo todo con espirales, por ejemplo.
Una vez que lo hemos cubierto, aliso con mi palillo, ya que como será una maceta, me interesa que el agua no se filtre por pequeños agujeritos que puedan haber quedado…
Con cuidado, desmoldo mi pieza:
Este paso es completamente opcional, ya que a veces queda muy bonito dejar a la vista los pliegues de arcilla que han quedado, incluso la textura del papel.
Ahora que tenemos nuestra maceta, vamos a dedicarnos a la parte más divertida: decorarla.
Para darle color, vamos a hacerlo con engobes. La parte de dentro es muy sencilla, puedes aplicarlo con pincel, o como hago yo para que no me queden marcas: pongo un chorrito de englobe dentro y voy girando la pieza hasta que el liquido ha impregnado completamente las paredes de la vasija.
Para pintar la base, he esperado unos minutos hasta que las paredes externas estaban ligeramente secas, y me he buscado un bote alto en el que poder apoyar la maceta boca abajo. Una vez he hecho esto, ha sido muy fácil y cómodo:
¡Si os gusta la cerámica y quereis ampliar vuestros conocimientos, os recomiendo una bonita escuela que está frente al skate park de Madrid Rio! Un ambiente estupendo, una situación privilegiada y además ¡me encanta el logotipo! jajaja
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