Ingredientes:
- Acetato de polivinilo (PVA). 1 medida
- Creta (carbonato cálcico). 1 medida
- Pigmento Blanco de Titanio. 1 medida
- Agua. 1 medida
Usamos las imprimaciones para preparar las superficies que vamos a pintar. Una tela o un lienzo sin imprimar por ejemplo, tiene mucho poro absorbería toda nuestra pintura e impediría que nuestro pincel se deslizase con facilidad.
Hay muchos tipos de imprimaciones, y también se pueden comprar, pero a mi me gusta mucho más fabricármela yo.
En el cole la hacemos de esta manera, y lo usamos para muuuuchiiiiiisimos trabajos, dibujos, cuadros, decorados en madera...
Mezclamos estos cuatro ingredientes a partes iguales. Luego limpiamos todos nuestros útiles con agua ¡y listo!
Lo primero que hacemos es echar el pigmento y la creta a partes iguales en un bote vacío. Si no tenemos pigmento, ponemos dos medidas de creta. No quedará un blanco tan radiante, pero nos servirá.
El siguiente paso es añadir el PVA. Yo siempre lo añado antes que el agua, ya que el agua se cuela en la creta y el pigmento y dejo de ver el volumen que llevo (las cuatro medidas son por volumen, no por peso). El PVA impermeabiliza las paredes del bote y el agua no llega a la mezcla de abajo hasta que lo removemos todo.
Añadimos el agua y mezclamos muy bien. Yo suelo tener en la clase un batidora con la que hago estas mezclas. Es muy rápido y cómodo, pero si no tenemos, podemos hacerlo a mano batiendo vigorosamente.
Debemos intentar que no queden grumos:
¡A PINTAR!
¡Sobre esta imprimación podemos pintar con cualquier técnica!
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